Versiculos para conmemorar la paz

El 11 de noviembre de 2018 se conmemoraron 100 años del fin de la primera guerra mundial. Una guerra que decenas de millones de muertos.

Aquí hay algunos pasajes que pueden usar para una ceremonia, para reflexionar individual o grupal sobre la paz, el término de una guerra. Procuremos ser hacedores de la paz en nuestras familias, comunidades y redes sociales.

Pidamos al Señor nuestro Dios su ayuda para que podamos servirle a EL y a toda la humanidad en la causa de la paz y la justicia, buscando el alivio de quienes están en necesidad y el sufrimiento. Que nos de sabiduría, esperanza, fidelidad y amor.

 

Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad:

El momento en que se nace,
y el momento en que se muere;
el momento en que se planta,
y el momento en que se cosecha;
el momento en que se hiere,
y el momento en que se sana;
el momento en que se construye,
y el momento en que se destruye;
el momento en que se llora,
y el momento en que se ríe;
el momento en que se sufre,
y el momento en que se goza;
el momento en que se esparcen piedras,
y el momento en que se amontonan;
el momento de la bienvenida,
y el momento de la despedida;
el momento de buscar,
y el momento de perder;
el momento de guardar,
y el momento de desechar;
el momento de romper,
y el momento de coser;
el momento de callar,
y el momento de hablar;
el momento de amar,
y el momento de odiar;
el momento de hacer la guerra,
y el momento de hacer la paz.

Eclesiastés 3:1-8 RVC

 

En el futuro,
el monte donde se encuentra
el templo de nuestro Dios
será el monte más importante.
Allí vendrán muchos pueblos
y gente de muchas naciones,
y unos a otros se dirán:

«Subamos al monte de Sión,
al templo del Dios de Israel,
para que él mismo nos enseñe
y obedezcamos sus mandamientos.

»Dios mismo será nuestro maestro
desde el monte de Sión,
¡desde la ciudad de Jerusalén!
Dios mismo dictará sentencia
contra naciones y pueblos lejanos,
y ellos convertirán sus espadas
en herramientas de trabajo.
Nunca más nación alguna
volverá a pelear contra otra,
ni se entrenará para la guerra.

»Todo el mundo vivirá tranquilo
bajo la sombra de su viña,
o a la sombra de su higuera,
porque así Dios lo ha prometido.
¡Qué importa que otras naciones
adoren a sus propios dioses!
¡Nosotros siempre obedeceremos
a nuestro poderoso Dios!»

Miqueas 4:1-5 TLA

 

Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer. El que no permanece en mí, será desechado como pámpano, y se secará; a éstos se les recoge y se les arroja al fuego, y allí arden. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos. Así como el Padre me ha amado, así también yo los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea completo.

»Éste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes.

»Ustedes no me eligieron a mí. Más bien, yo los elegí a ustedes, y los he puesto para que vayan y lleven fruto, y su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo conceda. Éste es mi mandamiento para ustedes: Que se amen unos a otros.

Juan 15:5-17 RVC

 

¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Qué podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada? Como está escrito: «Por causa de ti siempre nos llevan a la muerte, Somos contados como ovejas de matadero.»

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor.

Romanos 8:31-39 RVC

 

En cambio, los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo; al contrario, buscan la paz, son obedientes y amables con los demás, se compadecen de los que sufren, y siempre hacen lo bueno; tratan a todos de la misma manera, y son verdaderos cristianos. A los que buscan la paz entre las personas, Dios los premiará dándoles paz y justicia.

Santiago 3:17-18 RVC

 

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Mateo 5:9 RVC